Palito a Patricio López en Libertad: “Él dice que es polifuncional, sí, en el mercado donde trabaja”
El defensor, patrón en el fondo del milrayita de Villa Rosas, se defendió de las críticas y presentó ejemplos como pruebas: “En Pacífico, con Papasidero de DT, jugué de lateral, de volante central y de carrilero”. Y se siguió riendo...
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
El domingo se “defendió” todo frente a Huracán, y aunque él siempre aclara que se puede desempeñar en otros puestos, hoy es parte de la columna vertebral de Libertad siendo el segundo marcador central.
“En Pacífico, cuando Alejandro Papasidero era el técnico (segundo semestre de 2024), jugué de lateral, de volante interno y de carrilero, aunque en el fondo y encima del 9 contrario es donde más cómodo me siento”, explicó el bahiense Patrico López, que a los 28 años ya tiene sobre el lomo un itinerario importante en el fútbol local, regional y nacional.
“En Oiimpo estuve en cuarta de AFA y Primera de Liga, y después seguí por Villa Mitre, San Francisco, otra vez el tricolor, Rosario, Pacifico y ahora el milrayita de Villa Rosas”, enumeró el hijo de Osvaldo Rafael, el “asesino” de los penales en su época con la 6 villamitrense, campeón en 1991 y uno de los referentes del primer equipo en esa década de éxitos para el club.
“Mi papá tenía un misil en la pierna derecha, después del repiqueteo típico antes de cada penal te fusilaba; una vez le fisuró dos costillas a un arquero de un pelotazo”, contó “Pato”, quien además supo vestir las casacas de Ollimpo y Huracán, ambos de Tres Arroyos, y Sarmiento de Junín.
Después de la jornada laboral de media jornada, Patricio va a entrenar y termina el día yendo al gimnasio.
Cuando le tiré el dato que me pasaron, largó una carcajada y colaboró con un “te voy a pasar una foto haciendo milanesas”.
Trabaja en el minimercado "El Fortín" (el de Caseros 1860) y según algunos de sus compañeros del plantel, solo en el local es polifuncional, porque en la cancha “puede jugar en la cueva y no mucho más”.
“Son terribles. Es cierto, en el laburo hago de todo, soy repositor, atiendo al público, hago caja, corto fiambre, lo que sea, y no me da vergüenza decirlo. Si supiera quien fue el chusma...”, tiró con ganas de ir al entrenamiento a agarrar a alguien del “cogote”.
Por último, se refirió a la campaña de Libertad en el Apertura de la A liguista: “Viendo como estamos en la tabla, nos podemos ilusionar. La idea, de movida, fue sumar muchos puntos, meternos entre los cuatro de arriba y dar pelea en cada partido”.
El conjunto que dirige Daniel Correa no recibió goles en 6 de los 10 cotejos que disputó en el certamen.
“Defensivamente estamos sólidos, pero si no nos convierten es por la concentración de todo el equipo a la hora de marcar y de sacrificarse para recuperar la pelota”, indicó el mandamás de la última línea albiazul.