Sarampión: ¿cuál es la estrategia de control en la ciudad?
“Estamos en una etapa de vigilancia y permanecemos atentos a todo lo que nos pueda parecer sospechoso”, dijo Jorgelina Scuffi, referente de Epidemióloga de la Región Sanitaria 1.
Periodista. Círculo de Periodistas Deportivos de Bahía Blanca. Fue redactor de la revista Encestando (1985-2000). Desde 1987 trabaja en el diario La Nueva Provincia (hoy La Nueva.). Pasó por las secciones Deportes, La Región y La Ciudad, donde se desempeña actualmente. Está especializado en periodismo agropecuario desde 2001. Miembro de la Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios. Responsable de las páginas webs de la Asociación de Ganaderos (AGA) y de Abopa.
“Hasta el momento se han descartado todos los casos. Pero eso no significa que no puedan aparecer y por eso estamos ocupados respecto del tema”.
Lo dijo Jorgelina Scuffi, referente de Epidemiología de Región Sanitaria 1, a propósito de la preocupación existente en la sociedad por la aparición de casos de sarampión, particularmente en el AMBA y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
“Nosotros tenemos un gran tránsito de personas que vienen o van hacia esos lugares. Y en ese contexto estamos realizando lo que llamamos vigilancia; es decir, permanecemos atentos a todo lo que pueda parecer sospechoso”, agregó.
“En la última semana terminamos de realizar el seguimiento de contactos de personas que estuvieron en Bolivia por un brote de sarampión en un evento religioso. No han desarrollado síntomas y se concluyó el estudio”, sostuvo.
También dijo Scuffi que las medidas que se adoptan apuntar a que el brote no se extienda.
“AMBA y CABA tienen estrategias de vacunación bastante fuertes, y nosotros, desde el resto de la provincia, las acompañamos asegurando que todas las personas que viajen hacia allí, o las que vengan, tengan vacunas suficientes tanto en Bahía como en el resto de la región para abordar y acompañar la estrategia nacional”, explicó.
—¿De qué manera debemos estar atentos?
—Las principales características del sarampión son las ronchas o vesículas en la piel, que son diferentes a otras erupciones. Ante la aparición de estos exantemas más fiebre alta, siempre hay que concurrir a un servicio de salud. Como ciudadanos quizás no nos damos cuenta, pero un médico en una guardia sí podrá diferenciarlo, por ejemplo, respecto de una varicela o de otras enfermedades que también generan brotes en la piel.
“Así entonces se realizan análisis para confirmar que no sea sarampión y, mientras se espera el resultado, las personas se mantienen aisladas”.
—¿La gente recibe información suficiente?
—Las campañas y la difusión sobre el tema están funcionando. Además, cada lugar tiene su particularidad. Acá es fundamental estudiar qué está pasando exactamente en un determinado sitio para ir puntualmente a la problemática, que no es sólo un problema de Región Sanitaria 1 o de Bahía Blanca, sino que está más extendido.
“En RS1 tenemos poblaciones muy heterogéneas, como son los casos de Bahía Blanca, Tres Arroyos o Villarino y en cada una de ellas hay que ver cómo se puede aumentar la cobertura de vacunación.
“Actualmente, para esta época del año esperábamos, por ejemplo, un 33 % de niños de uno a 5 años vacunados, pero aún no llegamos. Esto se suma a las personas que ya estaban sin vacunarse de años anteriores. Es decir, el valor absoluto de personas sin aplicación es significativo, ya que venimos bajando desde 2015”.
—¿Qué ha sucedido para que, hace 20 años, ni siquiera se hablaba de casos de sarampión?
—Al principio, la disminución en las coberturas de vacunación eran pequeñas y no significativas, pero la curva muestra claramente un descenso. Sin embargo, desde 2020 hay un escalón enorme en la baja de cobertura y esa línea no se ha podido recuperar.
“Actualmente, las coberturas están muy por debajo. El valor absoluto de personas sin vacunar ha aumentado de manera significativa”, dijo Scuffi.
“El sarampión es una enfermedad que está absolutamente controlada en la Argentina, así como otras de calendario, pero no lo está de manera total en el resto del mundo. Los viajes hoy en día son muy rápidos y una persona puede moverse de un extremo a otro del mundo en menos tiempo de lo que tarda en desarrollar los síntomas de una enfermedad. Si no tenemos las coberturas de vacunación deseadas, y mucha gente está sin vacunarse, se generan contagios”.
—¿Por qué la gente ha abandonado la vacunación?
—Creo que tiene que ver con muchas circunstancias. En primer lugar, con la desinformación que llegó en 2020. Había mucha circulando, especialmente en redes sociales, que se compartía millones de veces convenciendo a muchos de no vacunarse, a pesar de que las pruebas científicas dicen lo contrario.
“La mortalidad infantil ha disminuido drásticamente desde 1950 gracias a las vacunas. Pero el sarampión, que no aparecía como ahora desde los años 90, está generando un brote muy grande, hoy con 34 personas confirmadas y otras 500 en investigación en la Argentina, por ejemplo.
“El calendario tiene 15 vacunas para distintas enfermedades, como meningitis y hepatitis, que estaban muy controladas en la Argentina. Con el sarampión, empezamos a ver que las coberturas de vacunación deben revertirse de alguna manera”.
¿Quiénes se tienen que vacunar?
—La vacuna es gratuita y la aplicación se puede realizar en cualquier vacunatorio (ver detalle en www.bahia.gob.ar).
—El Calendario Nacional de Vacunación incluye 2 dosis de Triple Viral a los 12 meses y a los 5 años de edad.
—De 12 meses a 4 años (inclusive): deben acreditar una dosis de vacuna Triple Viral (sarampión-rubéola-paperas).
—Mayores de 5 años, adolescentes y personas adultas: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna con componente contra el sarampión y la rubéola aplicada después del año de vida (Doble o Triple Viral) o contar con serología IgG positiva para ambos virus.
—Las personas nacidas antes de 1965 no necesitan vacunarse, ya que se consideran protegidas por haber estado en contacto con el virus.
—Personal de salud: todas las personas que trabajan en el nivel asistencial (mesa de entradas, limpieza, seguridad, laboratorio, planta médica y de enfermería) deben acreditar dos dosis de vacuna contra el sarampión y la rubéola aplicada después del año de vida (Doble o Triple Viral) o contar con serología IgG positiva para ambos virus.
—Actualmente, también se deben vacunar aquellas personas que vayan a viajar al AMBA y a CABA (www.argentina.gob.ar).