Bahía Blanca | Sabado, 28 de junio

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Pacífico y Universitario se dieron el gusto de volver a jugar en casa tras la inundación

El verde recuperó su cancha y el albirrojo terminó de mudar la alfombra de arena, a la espera de la de agua. Ambos fueron locales en la primera fecha del Torneo Clausura. Mientras, en Argentino trabajan por volver a entrenar en el Country.

El paso del tiempo, acompañado de muchísimo trabajo, sacrificio, sentido de pertenencia, amor y empuje, hicieron posible lo que hace apenas unos días parecía un imposible.

Pese a los grandes daños causados por la inundación y lo preocupante de las primeras imágenes en los predios de algunos clubes, de a poco el hockey de nuestra ciudad fue recuperando su forma y volviendo a la actividad -casi- normal.

En ese sentido, luego de un Torneo Apertura que se jugó de manera reducida por cuestiones de calendario, el segundo certamen del año trajo buenas nuevas para la disciplina.

Es que la primera fecha del Torneo Clausura -disputada el último fin de semana- marcó el regreso de dos escenarios que se habían visto muy afectados por la inundación del pasado 7 de marzo.

Se trató puntualmente de la recuperación de la cancha de Pacífico y del “reestreno” de la de Universitario, que mudó su locación dentro del predio a la espera de la llegada de la alfombra con base de agua.

Caso contrario sucedió con la de Argentino, quizás la más afectada por la inundación, y la que buscan recuperar aunque sea para poder utilizarla como lugar de entrenamiento.

“Volvimos a casa”

La cancha de Pacífico había sufrido el paso del agua, en uno de los sectores de la ciudad más afectados aquella mañana de viernes  y el panorama no era del todo alentador en las primeras horas.

Pero, una vez más, ese grupo que lleva adelante la disciplina en la institución desde hace años, lo logró de nuevo y contra todo pronóstico.

“Fue increíble poder volver a casa después de lo que pasamos como ciudad y no siendo ajenos al golpe que tuvo nuestra comunidad, teniendo en cuenta que la cancha se encuentra al lado del canal que desbordó y el agua había llegado arriba de los lavamanos en los lugares cerrados”, reconoció Leonella Donghi, una de las coordinadores del club. 

“La superficie del sintético -agregó- se vio afectada, pero logramos recuperarla con mucho esfuerzo de nuestra gente”.

“Estuvimos sacando el barro grueso, en principio entre jugadoras, jugadores y la familia. Luego se consiguieron unas máquinas para poder sacar el resto que quedaba y, por último, el colocado de arena blanca  al que se sumaron desde las más chiquitas hasta las mamis hockey ¡Todos colaborando!”, volvió a agradecer Leo.

Si bien restan detalles por mejorar, Pacífico volvió a casa con los partidos de su línea “B” ante El Nacional “C”, cumpliendo así con la primera jornada del torneo.

“La bocha volvió a rodar en nuestra cancha, en el torneo oficial y lo vivimos con una emoción enorme. Ser locales no es solo jugar en nuestra superficie: es sentir el aliento y el amor de toda nuestra gente.

Fue gracias a la predisposición, el empuje y el corazón de cada uno que esto sea posible”, agregó Milagros Agesta, capitana de la Primera “A” y también coordinadora junto a Leo.

Para poder pasar de la mejor manera posible estos días sin cancha, fue clave el apoyo de los otros clubes.

“Queremos agradecer a Sportiva, El Nacional, Tiro Federal, Villa Mitre y La Armonía  por acompañarnos en este tiempo, por su solidaridad y por abrirnos las puertas de sus canchas”, cerró Mila.

¡Feliz reestreno!

Lo sucedido en Universitario tiene algunas aristas distintas, ya que el día de la inundación el albirrojo se encontraba en plena “mudanza” de la alfombra a otro sector del predio, para dejarle lugar a la cancha de agua.

No obstante, los destrozos generados por el clima y el tener que apuntar los esfuerzos a otras urgencias complicaron los plazos y también dejaron a los equipos sin su lugar de trabajo.

“La cancha nos aportó un montón, poder volver a reeinaugarla en un nuevo espacio nos permite tener mucha mas visibilidad en armados de entrenamiento, al poder contar con más espacios. Eso nos da la posibilidad de hacer actividades más reales”, reconoció Leonardo Woodward, coordinador de Uni y entrenador de la primera de Caballeros.

“El volver a ser locales -agregó Leo-,  y que las familias se acerquen al club genera muchísima alegría. Y, también, le ayuda mucho a la dinámica del club. Por ejemplo, hasta el caso de poder brindar los terceros tiempos con una mejor calidad. Si bien no es algo obligatorio, el club tiene la política de compartir siempre con el otro club. Ser local, te ayuda un montón para poder disfrutar de ese momento”.

El nuevo lugar, además de todo lo mencionado, significó para él poder revivir un poco viejas épocas y, al mismo tiempo, dimensionar y valorar el gran presente que está viviendo la institución en general y la disciplina en particular.

“A los que somos más viejos también nos recuerda que en ese espacio fue el cual estuvo en un primer momento la cancha de hockey. Volvemos a un lugar al que ya conocemos, pero con todo el crecimiento que tuvo el club. Si uno se pone a pensar la cancha de hockey en ese momento y cómo era el club, son dos clubes completamente distintos. Ya se terminó una etapa, que era la de la cancha de arena, ahora tenemos que tener paciencia, de unos tres meses para que se acomode bien toda la cancha”, admitió Woodward.

El regreso, además, fue en una tarde 100% Piraña, ya que cruzó a la Línea “B” y “C” de la institución, que comparten la Copa de Bronce de la ABH.

“Fue un momento muy especial, no solo porque jugamos ambas líneas en condición de local, sino porque lo esperábamos desde la primera parte del año. Volver a jugar en el club es un alivio enorme”, reconoció Thiago Bonifazi, entrenador de la Primera “B” y jugador de los varones.

Mientras disfruta de este feliz reestreno, todo Universitario espera por el gran paso: la cancha de agua.

La nueva superficie -la primera en nuestra ciudad- irá en el lugar donde estaba emplazada la ahora “vieja” cancha de arena.

“La nueva etapa es empezar a trabajar en la cancha de agua, era el objetivo que se tenía para este año y con todas las cosas que sucedieron se fue retrasando. Estamos llegando de nuevo al punto de largada y todas las ilusiones están puestas en que a fin de año podamos contar ya con las dos canchas”, se ilusionó Woodward.