Bahía se une a la lucha contra la miopía escolar
En el marco de la Semana de la Concientización sobre la Miopía, en nuestra ciudad se organizaron varias actividades preventivas.
Recibido en 1993, acumula 28 años de trayectoria en el periodismo local. Ex jefe de la sección Deportes y La Ciudad y actual secretario de Redacción de La Nueva. Ex profesor de los dos institutos de Periodismo de la ciudad. Especialista en temas deportivos, sociales y gremiales.
La visión corta en edad escolar es el tema central de la Semana de Concientización sobre la Miopía, que se celebra desde lunes pasado y hasta mañana en todo el país.
Durante esta semana se difunden pautas para mitigar el avance de la miopía y se informa sobre diferentes tratamientos destinados a retardar su progresión, con el fin de evitar complicaciones severas que pueden provocar disminución de visión y/o ceguera.
En Bahía Blanca, se llevará a cabo una actividad conjunta en la que se solicitará a los establecimientos escolares la colaboración para completar una encuesta.
Esta iniciativa contará con la colaboración de Julieta Conti, jefa distrital de Educación de Bahía Blanca; la secretaria de Acción Social de la Asociación Médica; los establecimientos dependientes de la Universidad Nacional del Sur (UNS), bajo la dirección de Doris Rivadeneira, responsable del proyecto de extensión universitaria 'Ayudemos a ver mejor'; el servicio de oftalmología del Hospital Municipal y la Asociación Oftalmológica de Bahía Blanca, presidida por Sebastián Rivera Moirano.
“El objetivo es promover el conocimiento sobre esta patología y sus medidas preventivas, a través de la distribución de folletería informativa y un código QR”, explicó Adriana Borelli, secretaria de Acción Social de la AMBB y miembro del servicio de Oftalmología del Hospital Municipal.
“Posteriormente, planeamos charlas en distintos establecimientos educativos de Bahía para concientizar sobre esta patología”, añadió.
Esta celebración, organizada por el Consejo Argentino de Oftalmología con apoyo de todos los médicos oftalmólogos del país, apunta a visualizar que la miopía escolar puede frenarse, entre otras estrategias con anteojos especiales y atropina.
“La concientización y la prevención de la miopía son fundamentales para cuidar la salud visual de nuestra comunidad. Es imprescindible que trabajemos en conjunto, desde las universidades, los hospitales y las escuelas, para llegar a las familias con información clara y herramientas prácticas. Nuestra participación en la campaña, junto a otras organizaciones, refleja el compromiso de todos por un futuro donde la miopía deje de ser una amenaza silenciosa y podamos garantizar una mejor calidad de vida para las próximas generaciones”, manifestó Doris Rivadeneira, directora del proyecto "Ayudemos a ver mejor" y profesora de la carrera Óptica y Contactología de la UNS
.En paralelo, la organización de la campaña está impulsando una encuesta para ser completada por personas que tengan niños en edad escolar, con el objetivo de realizar una investigación acerca de esta enfermedad en la población argentina.
La miopía atraviesa toda la oftalmología, tanto por su alta prevalencia como porque representa aproximadamente un tercio de las consultas de todas las edades, implicando tanto a oftalmopediatras como a oftalmólogos generales y subespecialistas.
Se ha convertido en un importante problema de salud pública mundial, con tasas de prevalencia que aumentan a un ritmo alarmante en todo el mundo. Las estimaciones actuales sugieren que aproximadamente el 30 % de la población mundial es miope, pero las proyecciones indican que esta cifra podría ascender a casi el 50 % para 2050.
Este drástico aumento representa lo que muchos expertos denominan una "epidemia de miopía", con tasas especialmente preocupantes en los países del este asiático, donde la prevalencia entre los adultos jóvenes ha alcanzado el 80-90 % en algunas zonas urbanas.
A nivel individual, la miopía alta aumenta el riesgo de padecer enfermedades oculares graves, como desprendimiento de retina, glaucoma, cataratas y maculopatía miópica, todas ellas capaces de provocar la pérdida permanente de la visión.
Desde una perspectiva de salud pública, la carga económica es considerable e incluye costos directos como lentes correctivas, exámenes oculares e intervenciones quirúrgicas, así como costos indirectos relacionados con la reducción de la productividad y la calidad de vida.
Es por ello que el CAO impulsa esta campaña destinada a generar conciencia sobre los cambios de paradigma en el tratamiento de esta enfermedad, enfocados tanto en los pacientes como en la comunidad oftalmológica.
¿Por qué esta fecha?
El 14 de junio se recuerda el paso a la inmortalidad de Jorge Luis Borges, un miope que, mientras iba quedando ciego, aprendía a crecer ante la adversidad.
En su memoria, y bajo el objetivo de despertar conciencia en la población sobre la miopía, el CAO impulsó la instauración de esa fecha.
Reconociendo síntomas
Detectar la miopía a tiempo es crucial para un tratamiento eficaz y prevenir su progresión rápida.
Los indicadores más comunes de miopía incluyen dificultad para ver objetos lejanos con claridad, manteniendo una buena visión de cerca.
Si usted o su hijo entrecierran los ojos con frecuencia para ver objetos lejanos, se sientan inusualmente cerca del televisor, sostienen libros o dispositivos digitales muy cerca de la cara o se quejan de no poder ver la pizarra en la escuela, estos podrían ser signos reveladores de miopía.
En el caso de los niños, las señales de advertencia adicionales pueden ser menos obvias, pero igualmente importantes de reconocer.
Estas incluyen:
--Frotarse los ojos o parpadear con frecuencia
--Quejas constantes de dolores de cabeza, especialmente después de tareas visuales.
--Parecer no darse cuenta de los objetos distantes que otros pueden ver.
--Bajo rendimiento en la escuela o en deportes que requieren visión a distancia.
--Cerrar un ojo para leer o ver la televisión.
--Evitar actividades que requieran buena visión a distancia.
Es importante comprender que los niños rara vez se quejan de problemas de visión porque, por lo general, no se dan cuenta de que su visión es diferente a la normal. Esto hace que los exámenes oculares completos y regulares sean esenciales, especialmente para los niños en edad escolar.
Los adultos que desarrollan miopía o experimentan una progresión de la misma pueden notar mayor dificultad para conducir de noche, dificultad para reconocer rostros a distancia o la necesidad de acercarse para leer letreros o ver presentaciones.
Muchos adultos desestiman estos cambios como parte normal del envejecimiento, pero a menudo representan una miopía progresiva que requiere atención.
Por ello, programar una cita con un profesional de la visión debe ser una prioridad en lugar de esperar a que los síntomas empeoren.