Liniers lamenta la partida de Rubén Gómez, el querido "Sordo"
El entrañable colaborador del fútbol del club falleció ayer a los 83 años de edad.
El Club Liniers informó esta anoche la partida de Rubén Gómez, un entrañable colaborador e histórico símbolo de la entidad de la avenida Alem.
El "Sordo", como era conocido por todos en la institución y en el ambiente, falleció a los 83 años de edad.
"Desde el cielo sabemos que nos alentará todos los días", publicó el club en sus cuentas oficiales, como parte del comunicado.
Al conocerse la triste noticia, el mundo de las redes sociales se llenó de cariño y afecto para Rubén, uno de esos héroes silenciosos que tienen nuestros clubes y que son el alma de las instituciones que día a día aportan tanto a la sociedad.
Exjugadores, dirigentes, colaboradores, hinchas, jugadores del actual plantel y otros que pasaron, pibes, todos recordaron con muchísimo amor al Sordo, del que guardarán un recuerdo o una anécdota para contar siempre.
Rubén nació el 9 de julio de 1941 y trabajó más de 50 años en Liniers, donde llegó por primera vez a los 27 de la mano de “Chiche” Rossi, el entonces técnico de las menores.
"Jugaba al básquetbol en Pueyrredón, pero me vine a Liniers. Teníamos una barra de amigos y nos juntábamos en el playón de baldosa roja. La pileta ya existía. De a poco entré al vestuario a colaborar con la utilería y más tarde empecé a hacer planillas, porque nadie quería hacerlas. Soy bastante prolijo", contó Rubén en una nota en La Nueva., publicada el 30 de julio de 2022.
Siempre dando una mano para lo que se precise, el Sordo también fue utilero, algo que recordaba con cariño y buen humor.
"Fui utilero dos años. Estaba el “Pichu” Desideri, un tipazo. Fui el mejor utilero porque no podía escuchar el conventillo entre jugadores. Ser sordo me ayudó, aunque igual nunca me interesó el puterío de vestuario", recordó Gómez en la citada nota.
En aquella charla en este medio, el Sordo dejó un pedido.
-¿Qué vas a hacer cuando no puedas venir más al club?
-Si no vengo es porque estoy muerto. Y las cenizas las quiero en la cancha de Liniers, el "Pato" (Bilbao) ya lo sabe...
Seguramente se encargarán de cumplir tu deseo. ¡Hasta siempre, Sordo!