Miguel Angel Russo cumple 36 años como DT profesional, carrera que inició en Bahía y ante Olimpo
¿Lo sabías? El primer partido que dirigió el actual entrenador de Boca fue al mando de Lanús, en la temporada '89-'90 del Nacional B. Ese día, el aurinegro ganó 1-0 y “Miguelo” siguió las acciones desde la platea del Carminatti.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
Ni el “Ruso” Schmidt, que metió el gol aquella tarde, se acordaba. En esas idas y vueltas que tiene el fútbol, en ese buceo constante por la búsqueda de información, encuentro en el archivo de La Nueva un dato que me sorprendió. Pasó mucho tiempo y no sé si en aquel entonces, mientras transitaba mis primeros años en la escuela Secundaria, había percatado mediante la lectura de quien era el técnico de Lanús que el 19 de agosto de 1989 vino a enfrentar a Olimpo por la segunda fecha de la temporada '89-´90 del Nacional B.
“Lo único que te puedo decir hoy, casi 36 años después, es que ellos tenían un equipazo, con Fabián Mainardi, Villagrán, Bidevich y el `Loco´ Cabrera, que era el capitán, pero con el tema del entrenador me mataste, ¿quién era?”, rememoró, y preguntó al mismo tiempo, Raúl Daniel, el 9 aurinegro goleador de aquella campaña que no terminó bien para Olimpo, que descendió (junto a Deportivo Armenio y Los Andes) al cabo de 42 programaciones y después de haber subido justamente para ese campeonato.
El DT del Grana era Miguel Angel Russo, quien doce meses antes había dejado la actividad como futbolista profesional en Estudiantes de La Plata, donde completó 435 partidos y señaló 16 tantos.
Aquella tarde gris, en un Carminatti repleto, el de tablones y túnel con tapa de madera, “Miguelo”, dirigiendo a Boca y preparando al plantel para el Mundial de Clubes --se inicia este sábado-- hizo su debut como entrenador jefe, aunque no pudo entrar al terreno de juego. ¿Cómo? Sí, no tenía el carnet habilitante para firmar planilla y dirigió a su equipo desde la platea.
“Me dejó conforme el rendimiento de Lanús, hay que tener en cuenta que varios de estos muchachos se conocieron arriba del colectivo camino a Bahía. ¿Olimpo? No me gusta opinar sobre los rivales, y más en el inicio de un torneo, pero se encontró con el gol tras una jugada fortuita”, explicó en ese entonces el ex volante de la Selección entre 1983 y 1985 (lo “cortó” Carlos Bilardo en el momento de confeccionar la lista definitiva para el Mundial de México '86).
“Le pegué mal, pero porque picó mal, aunque entró y eso es lo más importante”, fue el concepto del “Ruso” suarense, autor de la única conquista del cotejo a los 43 minutos del segundo tiempo (sobre el arco de calle Angel Brunel).
Se considera el debut de Russo en nuestra ciudad porque Lanús postergó el duelo de la primera fecha (se jugó un mes después, 1-1 ante Defensa y Justicia en la Fortaleza). En ese arranque, Olimpo perdió 1-2 frente a Atlético en Tucumán.
Lanús culminó 7º en la tabla general, pero logró el ascenso (también lo consiguió Huracán por ser el que más sumó en el tramo regular) siendo el mejor en el Reducido. En octavos, siempre a doble partido, eliminó a Deportivo Laferrere (2-1 y 1-1), en cuartos a Atlético Rafaela (3-0 y 5-2), en semi a Belgrano (0-1 y 3-2) y en la final a Quilmes (2-1 y 0-1).
Russo, como técnico, se coronó en la Copa Libertadores 2007 con Boca Juniors, siendo ese su máximo logro como orientador profesional. También consiguió diversos títulos y logros con otros equipos. Pasó por ocho países además de la Argentina (Chile, España, México, Brasil, Colombia, Perú, Paragua y Arabia Saudita) y a nivel local ostenta siete coronas, entre ellas dos con Boca y dos con Rosario Central.
El 17 de abril de 2018 alcanzó la cifra de 1000 partidos dirigidos profesionalmente. Fue en la victoria de su equipo, Millonarios de Colombia, 4-0 sobre la Deportivo Lara de Venezuela por la Copa Libertadores.
Un año antes y cumpliendo funciones en ese mismo club, fue diagnosticado con cáncer de próstata. Pese a la enfermedad, continuó trabajando y dirigió al equipo a ganar el torneo Finalización en 2017. Ha compartido públicamente la experiencia de su lucha contra el cáncer, destacando la importancia de la resiliencia y el apoyo familiar.