Bahía Blanca | Domingo, 29 de junio

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Riestra entrena a las 3 y Gabi Obredor, ex Villa Mitre y Olimpo, dice: “El frío te quita el sueño”

El volante nacido en Trelew se refirió a la particular y exigente pretemporada que el Malevo, de cara al torneo Clausura de la Liga Profesional, realiza en Pinamar. Cautro turnos y tiempos estrictos, de madrugada hasta entrada la noche...

Enfocado en el torneo Clausura de la Liga Profesional, el plantel de Deportivo Riestra arrancó con la pretemporada en Pinamar y lo hizo apostando a su particular rutina.

En cuatro turnos, el día se pone en marcha a las 3.15 con una infusión caliente y a las 3.30 es el primer trote por la playa.

No es la primera vez que el club apuesta por este esquema intenso basado en una preparación física extrema. Ya lo aplicaron en temporadas anteriores y el objetivo que se persigue, en este caso, es llegar a la segunda mitad del año en óptimas condiciones. El “Malevo” apunta a clasificar a la Copa Sudamericana.

El grupo de futbolistas, donde se encuentra el volante chubutense Gabriel Obredor, con pasado en Olimpo y en Villa Mitre (en la edición 2024 del Federal A), alterna trotes en la arena, gimnasio y pileta.

El primer descanso es recién a las 4.30, luego de una hora de exigencia. A las 6.45, reciben otra infusión. Las tareas en el GyM van entre las 7 y las 8.15, cuando se sirve el desayuno. Cada bloque tiene tiempos estrictos y casi militares.

A las 10.30 se realiza el segundo turno de entrenamiento, el almuerzo llega a las 12.30 y después descanso. A las 16.30 regresan a la actividad, ya en el campo de juego, hasta las 17.20. Veinte minutos de pileta cierran el circuito físico del día. A continuación, merienda y fin de la jornada.

A cuenta gotas, porque el cuerpo técnico que lidera el DT Gustavo Benítez solo le permite a los jugadores utilizar el celular en el desayuno o en la merienda, Gabi manifestó: “Cuesta arrancar de noche y con tanto frío, te cambia el sueño y sentís cansancio porque el día se hace largo. Sin embargo no nos quejamos, porque el ritmo que logramos nos da un plus y eso se ve reflejado en la cancha”.

Riestra se activa cuando muchos todavía duermen. La disciplina se impone sobre el cansancio. Están convencidos del método, buscando mantener la intensidad durante todo el semestre. No hay lugar para la relajación. Los entrenamientos en la playa son clave para la resistencia y las dunas de Pinamar ofrecen un terreno difícil. Cada zancada es una batalla.

“Cuando salimos a correr pasamos por la puerta de un boliche y nos miran raro. Hacemos abdominales mientras el aire fresco del mar que te corta la cara, pero bueno, es un sacrificio que vale la pena y que nos permitirá estar un paso adelante en el aspecto físico y mental”, resaltó Obredor.

Riestra se hospeda por dos semnas en un hotel céntrico. Todo está cronometrado al minuto. El control es absoluto. Los dirigentes valoran esta preparación. El equipo quiere sorprender en la segunda mitad del año. Su fórmula es el sacrificio. El reloj, su primer rival.

En el Apertura, el conjunto del Bajo Flores, sobrepasó los objetivos, se convirtió en un hueso duro de roer y llegó hasta los octavos de final, donde perdió ante Huracán por 3-2.