Héctor Laca: una historia de superación, la Ferrari Purosangre y su paso por Bahía
El empresario oriundo de Nogoyá, Entre Ríos, y radicado en Córdoba, se convirtió en el primer argentino en poseer la SSUV de la icónica marca italiana. Sus recuerdos de cuando vivió en nuestra cuidad y una historia de vida testimonio del esfuerzo, la perseverancia y sueños cumplidos.
Héctor Laca nació en el campo a 20 kilómetros de Nogoyá, Entre Ríos, en una familia humilde de 12 hermanos. Desde niño cuenta que mostró una determinación inquebrantable por superar las adversidades y alcanzar el éxito.
"Éramos pobres, 12 hermanos, yo soy el número 10. No sabía lo que era usar una zapatilla nueva o un pantalón nuevo. Siempre usaba lo que a mis hermanos les iba quedando chico. Odiaba todo eso, no quería ser pobre y soñaba que algún día me iba a hacer millonario", recuerda Laca.
En la charla, desde su casa en Córdoba capital, recuerda pedazos de su vida que lo llevaron a encarar un camino de esfuerzo y sacrificios.
La planta de Facyt, en Laguna Larga
“Nunca pasé hambre, pero sí ganas de comer. Se comía lo que había. Carneábamos una o dos veces al año, el resto era papa, batata y leche”, recordó sobre su humilde origen.
A los 13 años, Laca dejó su hogar y comenzó a trabajar en diversas ocupaciones, desde un aserradero hasta una empresa de construcción de rutas. Siempre en búsqueda de mejorar, tuvo la oportunidad de ingresar a la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, donde ganaba en dólares y hasta una casa le daban. Sin embargo, la burocracia y la falta de desafíos lo llevaron a renunciar y buscar su propio camino.
Durante los primeros años trabajó unas 18 horas al día realizando las tareas de gerencia, pegado de etiquetas y manejo de camiones, hasta que las ventas crecieron y pudo contratar empleados.
“Las palabras llenan el aire, las acciones construyen el camino. Siempre preferí hacer, la acción es mi zona de confort", cuenta Héctor a sus 74 años.
Héctor y sus hijos, Hugo y Patricia
La determinación de Laca lo llevó a fundar Facyt en 1996, una empresa dedicada a la producción de insumos agrícolas y productos del campo, guiado por la convicción de que el campo es el motor que provee y saca adelante al país.
Su empresa ha prosperado, contando actualmente con más de 3,000 clientes y presencia en todo el país, así como en Uruguay, Paraguay y Bolivia. Toda su familia trabaja en la empresa, consolidando un legado de esfuerzo y éxito. Su hijo Hugo es el vicepresidente, su hija Patricia es la jefa del Departamento de Recursos Humanos y su nieto mayor, Facundo, trabaja en el área de compras.
El sueño de Laca de poseer una Ferrari comenzó cuando empezó a ver las carreras del Lole Reutemann y se hizo hincha fanático de la marca.
La Ferrari Purosangre que desde diciembre está en manos de Héctor
"Un día dije, voy a tener una Ferrari, voy a trabajar mucho, voy a ahorrar para tener una de estas máquinas", relata Laca.
La Ferrari Purosangue (Purosangre), con sus 725 caballos de fuerza y 12 cilindros, es una joya automotriz que supera el millón de dólares y no es un SUV cualquiera. Entra en la categoría SSUV (Sport Utility Vehicle) y cuenta con un motor V12 de 6.5 litros y 725 CV, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 3.2 segundos.
“Siempre me gustaron los autos y quería tener una Ferrari, pero un deportivo de dos plazas ya no es para mí, así que navegando por internet haste que me encontré con el Purosangue”, confesó. Para conseguir su versión en rojo, tuvo que pagar un adicional, ya que el modelo no viene de fábrica en ese color.
Laca ha aprovechado esta adquisición para promocionar su empresa y motivar a jóvenes emprendedores. Ha dado charlas en diversas localidades y universidades, destacando la importancia de la perseverancia y la búsqueda de sueños.
La Purosangue por dentro
"Mi mensaje siempre es, se puede, se puede, pero a lo mejor no saben cómo. Entonces, mi idea es darles una guía de ruta para comenzar sus proyectos", afirma.
Además de su éxito empresarial, Laca ha enfrentado momentos difíciles en su vida personal. La pérdida de su nieto Juan Martín, de solo cinco meses, fue uno de los golpes más duros que ha recibido.
"Eso confieso me desarmó, fue lo peor que me ha pasado en mi vida. Quería dejar todo, además de empresario soy cantor, compositor, y quería dejar todo. Sin embargo, encontré consuelo en la música y escribí una canción llamada 'Mi Niño Bueno', que lo ayudó a sanar. La canción, grabada con los violines de la Sinfónica de Córdoba, siento que es un testimonio de amor y dolor".
Héctor Laca también vivió una grave experiencia cercana con el COVID-19, de la cual logró recuperarse.
"Me salvé del COVID porque deduzco no era mi momento, recé mucho para salir de esa, tenía mucho por hacer aún. Esta experiencia me ha dado una nueva perspectiva sobre la vida y la importancia de aprovechar cada oportunidad al máximo", reflexiona.
La pasión por la música de Héctor y arriba, el vídeo de la canción que compuso para su nieto fallecido.
Actualmente, se encuentra escribiendo un libro y dando charlas motivacionales para inspirar a los más jóvenes. Su objetivo es transmitir sus experiencias y conocimientos, mostrando que con esfuerzo y perseverancia, es posible alcanzar cualquier meta. Además, Laca asesora gratuitamente a jóvenes emprendedores, brindándoles orientación y apoyo para que puedan desarrollar sus propios proyectos.
"Mi mensaje siempre es, se puede, se puede, pero a lo mejor no saben cómo. Entonces, mi idea es darles una guía de ruta para comenzar sus proyectos", asegura Laca.
Laca también tuvo un paso fugaz por Bahía Blanca, donde adquirió valiosas experiencias y amistades entrañables.
"Mi paso por Bahía Blanca no me dejó dinero, pero sí experiencia y varios amigos. Recuerdo a mi amigo Curátora, quien lamentablemente, falleció hace cinco años", comenta Laca con nostalgia.
A pesar de que su tiempo en la ciudad fue corto, Bahía Blanca y la calidez de su gente dejaron una impresión duradera en él.
"Lástima mucho viento, mucho viento, que en el departamento de Estomba esquina Chiclana donde vivíamos -frente al Banco Nación y en diagonal a la Plaza Rivadavia- se sentía mucho más. Es la única crítica que tengo para hacerle a la ciudad", añade Laca entre risas.
Hoy, Héctor Laca disfruta de su Ferrari Purosangue y sigue trabajando con pasión y dedicación.
"La verdad me han llamado de todos los medios del país, me paran cuando voy a cargar nafta, no imaginé que se iba a generar tanto revuelo, parece que no soy el único fanático de Ferrari en Córdoba. La Ferrari Purosangue es un deportivo extraordinario, con tecnología de punta y un diseño impresionante. Es una máquina extraordinaria, tiene un andar maravilloso con la última tecnología. Estoy enloquecido", cerró.
La sede de Facyt en Laguna Larga, Córdoba
Comprar una Ferrari no es como comprar cualquier otro auto. No hay un concesionario con stock esperando al cliente.
"Cada auto se fabrica a medida, con cada detalle elegido por el comprador. El color no estaba en discusión. Solo que la elección de ese tono venía con ciertas condiciones: Si la quería roja, sí o sí tenía que llevar fibra de carbono en los guardabarros y eso hacía que el precio subiera un poco más".
El exclusivo SSUV de la marca italiana, que es el primero en tener cuatro puertas y cuatro plazas, es único en el país. Pero a pesar del éxito y el dinero, Laca continúa inspirando a jóvenes emprendedores y compartiendo su historia de superación y éxito. Su legado es un ejemplo de cómo la determinación y el esfuerzo pueden transformar vidas y convertir sueños en realidad.