Bahía Blanca | Sabado, 28 de junio

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Mi Amigo Invencible en Bahía: "Este presente no tiene explicación"

Mariano Di Césare (voz y guitarra) habla sobre la creciente popularidad de la banda, la evolución de su sonido a lo largo de los años, el impacto de trabajar con productores y su regreso a Bahía Blanca.

Mi Amigo Invencible.

Mi Amigo Invencible es una de esas bandas que han sabido forjar su identidad con paciencia y convicción, construyendo un universo sonoro que sigue atrayendo nuevos oyentes. Con una discografía rica y variada, su música transita entre la nostalgia, la experimentación y la constante búsqueda de nuevos horizontes.

Conversamos con Mariano Di Césare, voz, guitarra y alma de la banda, sobre el reconocimiento que llega con los años, la evolución de su sonido, la importancia de los productores en su proceso creativo y la expectativa de su regreso a Bahía Blanca.

Se presentará el próximo viernes 14 de marzo, desde las 20.30, en el Teatro Rossini (Mitre 225). La previa estará a cargo de la ascendente Amplificadx. Por más novedades buscar en el perfil de Instagram de la banda o @perroverdeprodu

“Estamos presentando ‘Arco y Flecha’ nuestro último disco, como así también ‘Isla de Oro’ que está tomando una fuerza demencial, y así el resto de las canciones atravesadas por este presente que no tiene explicación”, cuenta Di Césare.

—Mi Amigo Invencible tiene muchos años de trayectoria, sin embargo hay mucha gente que los está conociendo por primera vez. ¿Qué sensación genera detectar la cosecha, el resultado de tanto trabajo, de tantos años de canciones, de sueños?

—Gratitud infinita, cada vez más. Y así se viven los shows en vivo, con emoción salvaje.

Estamos fascinados con Blair, gran promesa de la performance musical. A Lumtz, que ahora vive en Bariloche, lo tenemos en nuestro pilar más alto del arte".

—¿Por dónde recomendarías continuar, por qué disco o canciones, a alguien que escuchó el último disco y le encantó?

—Estos días estoy redescubriendo “Dutsiland”, del 2019 y aún no entiendo cómo llegamos a ese lugar. Sin embargo hay una sesión en vivo que hicimos durante la pandemia en el ND  TEATRO, con butacas vacías, para fantasmas preciosos, que reúne un poco de todo, una especie de “this is mi amigo invencible”, lo pueden ver en YouTube como “Mi Amigo Invencible - Live Set Completo”.

—La música, las bandas, suelen ser más desorganizadas que los grupos de teatro. Por ejemplo, el teatro siempre tiene un director. Ustedes vienen trabajando con productores en sus discos hace rato. ¿Cuándo fue que tomaron esa decisión por primera vez?

—Leandro Lacerna, productor mendocino y amigo, fue quien nos introdujo en el mundo de soltar y ceder, con La Nostalgia Soundsystem (2013) y La Danza de Los Principiantes (2015). Luego llegó Luke Temple desde USA para Dutsiland (2019), Martin Buscaglia desde Uruguay para grabar Isla de Oro (2022) y el último, Arco y Flecha (2024) lo hicimos con el toro Mariano Otero en su estudio de Flores.

—¿Cuáles fueron las principales ventajas?

—Fueron saltos cualitativos muy grandes, la música comenzó a despojarse de los caprichos de nuestro gusto y tomaron vida propia, las canciones fueron nuestra guía y no al revés.

—¿Cómo manejaron los egos propios?

—Madurando cada vez más, soltando y cediendo. Poniendo límites extremos, si algo no nos gustaba nos la teníamos que comer con una permeabilidad al palo.

Alegría de volver a Bahía, la segunda que vez que fuimos fue hermosa, un montón de gente nos sorprendió".

—¿El resultado siempre fue superador?

—Sí.

—¿Cuál fue la mejor experiencia, qué disco? ¿Podés contar alguna anécdota?

—No hay mejores, ni peores, sinceramente. Fueron experiencias que tatuaron a la eternidad esos días de trabajo, cada disco profundizó procesos de cambio y maduración tanto desde lo artístico y sobre todo desde lo grupal.

“En 2019 entendí por ejemplo que el concepto del disco llega solo, al final. Fuimos a California a mezclar las canciones con John Mc Entire, un músico que admiramos mucho, su grupo se llama Tortoise. El tema es que yo estaba bastante en crisis, pensaba que no había un hilo conductor entre las canciones, para mí no había un álbum, si no un shuffle de canciones sin cuerpo, que nada tenían que ver entre sí. Me parecía una playlist muy mal curada. Re cara la joda, pensaba. Pero el día previo a entrar al estudio salimos a pasear. Cruzamos el golden bridge con Alcatraz a lo lejos y una tormenta de truenos, lluvia y niebla que solo duró el trayecto del puente. Subimos a un bosque enorme para hacer un picnic sin remeras bajo el sol. Al terminar de comer caminamos hacia unos acantilados altísimos que hicieron ponernos campera y cubrir nuestras caras de un  viento brumoso bastante fuerte. Esa cantidad de climas diversos en un periodo tan corto de tiempo, me hizo dar cuenta de que así era el disco. Una convivencia desordenada de frío, calor, humedad y sequedad en un mismo espacio. A ese mundo propio lo llamamos ‘Dutsiland’”.

—De la montaña en el oeste, pasando por CABA, al mar con su puerto en el este ¿Qué les genera venir a tocar a Bahía Blanca?

—Alegría de volver, la segunda que vez que fuimos fue hermosa, un montón de gente nos sorprendió. Pero por temas de agenda y producción nunca pudimos volver, este es uno de los regresos más esperados de nuestro año.

—¿Conocen a alguien de acá? ¿Admiran a algún/algunos bahienses?

—Estamos fascinados con Blair, gran promesa de la performance musical. A Lumtz, que ahora vive en Bariloche, lo tenemos en nuestro pilar más alto del arte. Por suerte vamos a conocer a Amplificadx, que abrirán el show del Rossini.

—¿Tienen alguna anécdota en la ciudad?

—La primera vez que fuimos, creo que 2011 más o menos, alquilamos un auto sin saber que nos esperaba la ruta más peligrosa de nuestras vidas, lluvia y niebla con una visibilidad de 2 metros como mucho. Fuimos las 9 horas mirando para adelante, con nuestros músculos más tensionados que nunca. Llegamos a salvo, tan a salvo que al llegar nos pegamos una buena borrachera adolescente.