Bahía Blanca | Lunes, 20 de mayo

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Las Lilas: una historia de amor y de ayuda a los bebés y a sus mamás

La destacada labor de un grupo de mujeres y un colaborador que organizan el funcionamiento de la residencia de madres "Nacer" donde se alojan las mamás que tiene a sus bebés en la Neo del Hospital Penna.

Juliana, Tere, Silvia, Patricia, Fernanda y Rita, algunas de Las Lilas.

Desde hace 14 años el grupo de voluntarias Las Lilas hace un trabajo invaluable acompañando y brindando apoyo a las mamás que se alojan en la residencia de madres Nacer durante la internación de sus bebés en la Neo del Hospital Penna, el cual tiene la única maternidad pública de la ciudad.

Fernanda Maserati, referente de Las Lilas, comentó que en este momento la residencia tiene capacidad para alojar a 14 mamás en dos modalidades, de día y de noche, con almuerzo y cena a cargo de la cocina del hospital.

"Hay mamás que se van a la noche a sus casas porque tienen otros hijitos o alguna otra tarea que realizar y tenemos mamás que se quedan todo el día y duermen en la residencia. Nosotras nos encargamos de la organización de la residencia que se llama igual que la Asociación de Ayuda al Prematuro", contó.


Buyi, Barbi y Marcela, amorosas voluntarias.

La residencia es como un hogar lejos del hogar donde las mamás encuentran esa calidez que se necesita para atravesar las situaciones más complejas. Sirve como un refugio seguro para las familias en momentos de vulnerabilidad.

Las Lilas les brindan contención y herramientas fomentando la cercanía con sus bebés, el contacto, la lactancia y el cuidado de los prematuros y de los bebés que están internados con alguna otra patología.

El voluntariado surgió a partir de la iniciativa de Maternidades Seguras y Centradas en la Familia en el servicio de Neonatología.

"Nos encargamos de la organización de la residencia y de que esté todo funcionando perfectamente. Desde el recambio de sábanas hasta la recepción de las donaciones como pañales, mantas o cunas que nos dejan en la Neo o a través de Nacer, de hecho muchas de las voluntarias de Las Lilas también lo somos en Nacer", contó.


Rita y Fabiana, en el hospital.

"Hacemos diferentes eventos, recaudamos dinero, tenemos la ayuda de muchas mujeres que tejen o cosen, como las chicas de María Auxiliadora, y eso lo vamos canalizando en las mamás que lo necesitan". expresó.

En este momento son 13 voluntarias activas, como llaman a las que van al hospital y además cuentan con la colaboración de Eduardo, el marido de una de Las Lilas, que se ocupa de las tareas de mantenimiento de las instalaciones y de todas las cosas que se rompen como las ruedas de las cunas o de los moisés.

"Todas vamos una vez por semana. Somos dos o tres voluntarias por mañana. También hay dos voluntarias Home Office que nos ayudan con el forrado de cajitas, cosen, arman bolsitas para que las mamás puedan guardar el celular cuando están con su bebé, tarjetas, manualidades y todo lo que necesitamos", dijo.


Valeria, junto a los pañales que se destinan a las mamás.

Además hay una Lila "itinerante" que busca donaciones por toda la ciudad y hay muchas chicas que se acercan porque quieren ser parte de Las Lilas.

"Somos un grupo super lindo y nos sentimos cómodas. Tenemos la ayuda económica de Nacer y el apoyo de un grupo de psicólogas como Carolina Lascano que está al frente junto con la Dra. Laura Velasco", señaló.

Como Las Lilas no cuentan con formación médica todas las dudas que surgen a nivel médico o emocional y que van más allá su conocimiento las trasladan a los profesionales y se apoyan en el equipo médico de la Neo.

"Ellos saben que cuentan con nosotros y nosotros con ellos y ni hablar del trabajo maravilloso que realizan las enfermeras", destacó  Fernanda.


Sandra, Buyi, Rita y Fabiana, almas solidarias al servicio de las mamis y sus bebés.

Las Lilas reciben mantas, toallas y ropa de bebé de hasta cuatro meses pero los talles más grandes que les llegan no los descartan sino que los seleccionan y destinan a otros voluntariados dentro del hospital.

"Todo lo que sea para bebé nos viene bien. Hay mamás que no tienen ni siquiera donde poner a dormir a su bebé. Por suerte nos donan moisés. Algunos tienen colchoncitos y otros los mandamos a hacer. Las mamás se van con el moisés, las sabanitas, el acolchado, la ropita y pañales", contó.


Silvia, Sandra y Patricia, en acción.

Aseguró que la experiencia más linda es cuando las mamás vuelven con sus bebés ya más crecidos y les llevan la ropita que alguna vez recibieron para que las puedan volver a donar.

"Por ahí nos dejan una cartita cuando se van pegadas en la puerta agradeciendo la labor. Es una tarea hermosa", expresó.

"No vamos a cambiar la vida a muchas de las mamás pero sabemos que el paso que ellas tengan en el tiempo que estén el la Residencia de Madres se van a sentir cómodas y acompañadas por nosotras", reflexionó Fernanda.


Andrea (izq.) y Fernanda junto a una mamá (en el centro)

Las Lilas son un ejemplo inspirador de solidaridad y compromiso comunitario y demuestran que los cuidados y el amor pueden, sin dudas, hacer la diferencia.