Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Unidad Penal Nº 4: la mitad de los casi 700 presos trabaja o estudia

Se busca la reinserción en el mercado laboral de los internos después de cumplir sus condenas, y para eso cuentan con un Centro de Formación Profesional.
El prefecto mayor Ariel Martínez prioriza el trabajo y la capacitación de muchos de los internos del establecimiento carcelario de Bahía Blanca.

Por Gerardo Monforte / gmonforte@lanueva.com

Mantener sus mentes y cuerpos ocupados de manera productiva hace que el tiempo adentro de la prisión parezca transcurrir más rápido, y que en algunos casos el camino a la tan ansiada libertad sea más corto, por eso desde la dirección de la Unidad N° 4, de Villa Floresta, a cargo del prefecto Ariel Martínez, se prioriza el fomento del trabajo y la capacitación de muchos de los casi 700 internos del establecimiento carcelario de la ciudad.

De esta forma se busca lograr la reinserción en el mercado laboral de los presos después de cumplir sus condenas, y para eso funciona allí un Centro de Formación Profesional a través del que se dictan 37 cursos con certificación oficial, explicó el jefe del Servicio Peninteciario.

Los 450 alumnos reciben conocimientos de computación, marketing, peluquería, panadería, construcción, zapatería y serigrafía, como también producen hongos comestibles en el vivero y crían peces tropicales, entre otras actividades.

En la carpintería se desempeñan aproximadamente 45 internos que fabrican muebles con pallets de madera donados por una empresa bahiense, que luego se entregan a instituciones de esta ciudad como jardines de infantes.

Además funciona un taller de herrería a cargo de un solo recluso “de confianza”, y por otra parte la población carcelaria se encarga del mantenimiento del lugar.

De los 664 presos, 305 trabajan y hay 23 estudiantes universitarios de Derecho con libreta, 180 alumnos de niven secundario y 90 de primario.

“Nuestro lineamiento de trabajo apunta a tratar de bajar el índice de reincidencia en Bahía Blanca porque el 80 por ciento de la población es de acá. Por eso hacemos mucho hincapié en lo que es el estudio y el trabajo para lograr la reinserción laboral de los internos”, afirmó Martínez durante una entrevista con La Nueva.

“Hay muchos que trabajan y estudian a la vez, pero siempre se trata de que estén haciendo al menos una de las dos cosas porque la idea es que no tengan tiempo de ocio y cumplan con horarios y actividades. El objetivo es que cuando el interno recupere la libertad, por lo menos tenga la intención de empezar a trabajar”, agregó el prefecto mayor.

“Ese es el perfil de mi gestión y hemos tenido entrevistas con el intendente Héctor Gay y el secretario de Seguridad, (Emiliano) Álvarez Porte, por parte de quienes notamos buena predisposición. La idea es que trabajemos en conjunto con ellos y también con toda la policía”, agregó el informante.

Más de un siglo

El jefe del penal se refirió además a los problemas de infraestructura en el edificio con 110 años de antigüedad, donde originariamente los ingleses construyeron los pabellones con un solo baño .

“Hace unos ocho o diez años aproximadamente se hicieron baños en todas las celdas. Cuando me hice cargo de esta cárcel también encontré un pabellón clausurado por sus malas condiciones edilicias, pero hace dos semanas se habilitó porque lo reparamos. Ahora estamos trabajando en otro pabellón”, resaltó.

“A su vez estamos realizando una redistribución de los internos dentro del penal, a pesar de que no tenemos superpoblación, con el objetivo de optimizar la habitabilidad en la unidad. Esta situación hace a la sana convivencia entre los reclusos”, admitió Martínez.

Por último, aclaró que “siempre tratamos de reducir el índice de violencia adentro de la Unidad Penal. Muchas veces hay problemas convivenciales, algo que tratamos de evitar”.